El esfuerzo de inteligencia geoespacial de Estados Unidos comenzó en serio en 1803 con el presidente Thomas Jefferson. En una tarea clasificada, Jefferson envió a Meriwether Lewis, William Clark y su Cuerpo de Descubrimiento a explorar la recién adquirida Compra de Luisiana y otras tierras al oeste del río Misisipi. Debían informar sobre las fuerzas y alianzas militares europeas e indias, los patrones de comercio y la geografía, la vida vegetal y los animales que encontraran.
Planificado y financiado en secreto, éste fue el primer gran esfuerzo del gobierno para explorar las nuevas tierras que Jefferson había comprado a Francia. Con misiones abiertas y clasificadas, Lewis y Clark crearon productos que incluían nuevos mapas del territorio que reflejaban sus aventuras. Mientras la nación miraba hacia el oeste, otras expediciones militares y civiles siguieron a Lewis y Clark y ampliaron nuestro conocimiento de la Tierra. Muchas otras expediciones les siguieron, impulsadas no sólo por el deseo de realizar descubrimientos científicos, sino también por la necesidad de mostrar el camino a las crecientes migraciones de Estados Unidos hacia el oeste.
La Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial sigue con orgullo los pasos de exploradores como Lewis y Clark. Nuestro lema, «Conocer la Tierra… Mostrar el camino… Entender el mundo», refleja no sólo nuestra propia misión, sino la del Cuerpo de Descubridores de hace dos siglos.